XLIX. La princesa y la rana
—¿No vas a besarme? —preguntó la rana a la princesa. Era gordita, de color verde brillante y ojos saltones. —¡No! —exclamó la princesa con aprensión—. No me gustas nada. —Pues claro que no te gusto, soy una rana —le recordó—. Pero si me besas, me convertiré en un apuesto príncipe. —No te creo —rechazó la… Sigue leyendo XLIX. La princesa y la rana